Hace su gran aparición Metstli, un dispositivo artístico-pedagógico (DAP) que nos permite generar el encuentro para, en un primer momento, realizar un mapeo desde la oralidad a través de un artefacto/ artilugio que contiene preguntas disparadoras para la conversa. En un segundo momento nos da la posibilidad de crear el espacio para brindar un gesto de cuidado, mientras del otro lado se realizan grafismos, impresiones de palabras que se transforman en imágenes y construyen varios remanentes poéticos.
Para la construcción de las narrativas orales, visuales y escritas nos apoyamos de varias estrategias que hemos ido construyendo a lo largo de los años en nuestro caminar. Esencialmente son tres una es Metstli, un Dispositivo Artístico Pedagógico, que posibilitará la creación de un territorio de cuidado y escucha, la segunda un artefacto, que nos permitirá generar la conversa y adentrarnos a la recolección de sentipensares y la tercera la constituyen los anteriores más corazonada, que es el artilugio. Los tres juegan en comunión para llegar a las narrativas, las cuales en el proceso se construyeron en dos momentos, el primero fue el mapeo de las cuerpa y sentipensares, y el segundo fue el encuentro para brindar el gesto de cuidado.
¿Artefacto para comenzar ?
Entre las andanzas y los caminos, hemos descubierto cómo los artefactos, los dispositivos y los artilugios son parte esencial de nuestra práctica, porque nos posibilitan el encuentro desde un lugar-tiempo distinto, que funciona muchas veces como portal.
Para este caminar de Las dos caras de la Luna, creamos un artefacto/juego/azar que nos ayuda a entablar la conversa, en esta ocasión, sobre el cuidado. Asimismo, es el pretexto para hacer un mapeo de las cuerpas de las mujeres. Es un objeto/absurdo/ sin sentido que nos da la posibilidad de hablar con ellas de su cuerpa, pero desde un lugar extraño y conocido, que nos da pie a salir del formato tradicional de la entrevista semi estructurada, pero que, al mismo tiempo, nos adentra más comprometidamente en ella.
Con este artefacto hemos mapeado sus y nuestras cuerpas, sus y nuestros estar-siendo desde el cuidado y el autocuidado. También hemos logrado llegar al espacio en donde nos preguntamos qué podemos hacer juntas para fortalecer el cuidado.
El gesto de cuidado de nosotras hacia ellas, fue aconteciendo en varios espacios, el primero cuando regresamos para brindar específicamente con cada una de las mujeres una acciones o gesto de cuidado que acordamos con ellas, a partir del primer mapeo. Ese se logró por medio de otras mujeres que tuvieron el rol de cuidadoras por medio de la ejecución de algún cuidado.
Ahí estuvo Maria de los Angeles brindando los cuidados para el cabello, para los pies cansados, con María Luisa para cuidar la piel, así como la compañía de Las tres gracias que por ejercieron el cuidado por medio de la risa, que sabemos que ejercerla es autocuidado y resistencia, finalmente también ejercimos el cuidado por medio del armado de una campaña sobre la autoestima, con el armado de carteles con frases de las mujeres y un calendario con el apoyo de Caro, que nos habla de recordar estos en distintos momentos del año para realizar un cuidado.
Al final pensamos que otro gesto de cuidado es posibilitar el espacio para creación y compartir sus narrativas, al mismo tiempo en ese momento ellas cuando nos brindan su narrativa y están dispuestas a compartirlas también nos cuidan porque nos permiten que eso acontezca: que podamos autocuidarnos dándonos este espacio para la creación, la atenta escucha, el poder vernos en las otras, el poder saber que no estamos solas.
